Una nueva esperanza para el justiciable
Las constituciones modernas consagran principios liberales que enmarcan las reglas contenidas en la ley. Como su mismo nombre lo indica, el principio de libertad es supremo, sin embargo, el término «libertad» para el liberalismo tiene una definición muy particular, tal como nos recuerda el autor mediante la pluma de Luca Mezzetti: «…un peculiar concepto de libertad, una libertad entendida como liberación de determinadas formas de privación.»
En ese orden de ideas los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales requieren la protección que provee la justicia constitucional y su instrumento para lograrlo es el proceso de amparo. Por la amplitud de derechos constitucionales que protege se le puede considerar como una suerte de «mega proceso», por lo que cualquier cambio realizado será clave para el desarrollo de la justicia constitucional peruana.
